El Mito de Pirra: Origen de la Humanidad

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    ¿Quién era Pirra en la mitología griega?

    Pirra (Πύρρα, Pyrra o Pyrrha) era una diosa menor de la mitología griega, hija de Epimeteo y Pandora, y esposa de Deucalión, hijo de Prometeo. Su nombre significa "roja" o "rubia", y alude al color de su cabello o de su tez. Según algunos autores, fue la primera mujer mortal que nació, y la única que se salvó del gran diluvio que Zeus envió para castigar a la humanidad por su impiedad.

    Pirra era considerada una mujer devota y piadosa, que honraba a los dioses con sacrificios y oraciones. Su esposo Deucalión era un rey justo y sabio, que gobernaba la región de Tesalia. Ambos eran descendientes de los titanes, los antiguos dioses que habían sido derrocados por Zeus y sus hermanos. Por esta razón, se les llamaba titánides o titanes menores.

    La historia de Pirra se relaciona con el mito del diluvio universal, un relato que se encuentra en muchas culturas antiguas y que trata de explicar el origen de la vida después de una catástrofe natural. En la versión griega, Pirra y Deucalión son los únicos supervivientes del diluvio y los encargados de repoblar la Tierra con una nueva generación de humanos.

    En este artículo, te contaremos todo lo que debes saber sobre Pirra, la diosa griega del diluvio. Descubrirás quiénes fueron sus padres, cómo conoció a su esposo, cómo escaparon del diluvio, cómo crearon a los nuevos humanos y quiénes fueron sus hijos. También te explicaremos el significado y el simbolismo de este mito, así como las fuentes literarias y artísticas que lo han representado a lo largo de la historia.

    Los padres de Pirra: Epimeteo y Pandora

    Para entender el origen de Pirra, debemos remontarnos al mito de Prometeo, el titán que robó el fuego a los dioses para dárselo a los humanos. Prometeo era hermano de Epimeteo, otro titán que tenía el don de la retrospección, es decir, de ver las consecuencias de las acciones después de haberlas hecho. Prometeo le advirtió a Epimeteo que no aceptara ningún regalo de Zeus, pues seguramente tendría alguna trampa.

    Pero Epimeteo no hizo caso a su hermano y aceptó a Pandora, una hermosa mujer creada por Hefesto por orden de Zeus. Pandora era una obra maestra de la artesanía divina, pues cada dios le había otorgado un don: Afrodita le dio la belleza, Atenea la sabiduría, Hermes el habla, Apolo la música, etc. Sin embargo, también tenía un defecto: la curiosidad.

    Pandora llegó a la casa de Epimeteo con una caja que contenía todos los males del mundo: la enfermedad, la vejez, la guerra, el dolor, la mentira, etc. Epimeteo le dijo que no abriera la caja bajo ningún concepto, pero Pandora no pudo resistir la tentación y levantó la tapa. Entonces, todos los males se escaparon y se extendieron por la Tierra, causando el sufrimiento de los humanos. Solo quedó dentro de la caja la esperanza.

    A pesar de este desastre, Epimeteo perdonó a Pandora y se casó con ella. De su unión nació Pirra, la primera mujer mortal que nació. Según algunos autores, también tuvieron otro hijo llamado Pirítoo, que fue rey de los lápitas y amigo de Teseo.

    El esposo de Pirra: Deucalión

    Pirra se casó con Deucalión, el hijo de Prometeo y una oceánide llamada Pronea. Deucalión era el rey de Tesalia, una región del norte de Grecia. Era un hombre justo y virtuoso, que seguía los consejos de su padre y respetaba a los dioses y a los humanos.

    Deucalión era el único que podía comunicarse con Prometeo, que estaba encadenado en el Cáucaso por orden de Zeus, como castigo por haber robado el fuego. Cada día, un águila le devoraba el hígado a Prometeo, que se regeneraba por la noche. Deucalión le llevaba ofrendas y le preguntaba por el futuro, pues Prometeo tenía el don de la previsión.

    Un día, Prometeo le reveló a Deucalión que Zeus tenía planeado enviar un gran diluvio para exterminar a la humanidad, que se había vuelto impía y corrupta. Le dijo que construyera un arca de madera y que se embarcara en ella con su esposa Pirra y con animales de todas las especies. De esta manera, podrían salvarse del diluvio y preservar la vida en la Tierra.

    Deucalión siguió las instrucciones de su padre y construyó un arca. Luego, reunió a su esposa Pirra y a varios animales y se metió en el arca. Poco después, el cielo se oscureció y comenzó a llover sin parar. El mar se agitó y los ríos se desbordaron, inundando toda la Tierra. Todas las personas y los animales que no estaban en el arca murieron ahogados.

    La supervivencia de Pirra y Deucalión

    El diluvio duró nueve días y nueve noches. Durante ese tiempo, Pirra y Deucalión permanecieron en el arca, abrazados y rezando a los dioses. El arca fue arrastrada por las aguas hasta llegar al monte Parnaso, una de las cimas más altas de Grecia. Allí, el arca se detuvo y Pirra y Deucalión pudieron salir.

    Cuando vieron el panorama desolador que les rodeaba, se sintieron tristes y solos. No había nadie más vivo en el mundo, solo ellos dos. Entonces, decidieron consultar al oráculo de Temis, la diosa de la justicia y la ley, para saber cómo podían repoblar la Tierra.

    El oráculo les dio una respuesta enigmática: "Cubríos la cabeza, soltad las vestiduras de vuestro cuerpo y arrojad los huesos de vuestra madre por encima del hombro". Pirra y Deucalión no entendieron lo que significaba este mensaje. ¿Acaso debían profanar las tumbas de sus madres? Eso les parecía un sacrilegio.

    Después de reflexionar un rato, Deucalión tuvo una idea. Tal vez su madre no era otra que Gea, la diosa de la Tierra, y sus huesos eran las piedras que había sobre ella. Así que le propuso a Pirra que hicieran lo que el oráculo decía, pero interpretando las palabras de forma simbólica.

    La creación de los nuevos humanos

    Pirra aceptó la propuesta de Deucalión y ambos se cubrieron la cabeza con un velo. Luego, se quitaron las ropas y empezaron a recoger piedras del suelo. Las arrojaron por encima del hombro sin mirar atrás. Entonces, ocurrió algo maravilloso: las piedras se transformaron en humanos.

    Las piedras que lanzó Deucalión se convirtieron en hombres, fuertes y robustos como las rocas. Las piedras que lanzó Pirra se convirtieron en mujeres, bellas y delicadas como las flores. Así nació una nueva generación de humanos, más virtuosos y respetuosos con los dioses que la anterior.

    Pirra y Deucalión fueron los padres de esta nueva humanidad, pero también tuvieron sus propios hijos biológ os. Según las distintas fuentes, estos fueron:

    Helén, el antepasado de los helenos

    El hijo más famoso de Pirra y Deucalión fue Helén, que dio nombre a los helenos, es decir, a los griegos. Helén fue el rey de Ftiótide, una región de Tesalia. Se casó con Orseis, una ninfa hija de Océano, y tuvo tres hijos: Doro, Juto y Eolo. Estos fueron los fundadores de las principales ramas del pueblo griego: los dorios, los jonios y los eolios.

    Helén también tuvo una hija llamada Ctonia, que se casó con Frixo, el hijo de Atamante y Néfele. Frixo fue el héroe que escapó del sacrificio en un carnero con vellocino de oro y llegó hasta la Cólquide, donde fundó la ciudad de Eetes. Allí dejó el vellocino, que más tarde sería el objeto de la expedición de los argonautas.

    Anfictión, el legislador de los anfictiones

    Otro hijo de Pirra y Deucalión fue Anfictión, que fue el rey de Orcómeno, una ciudad de Beocia. Anfictión fue el creador de la Liga Anfictiónica, una asociación religiosa y política que agrupaba a varias ciudades griegas. El objetivo de esta liga era proteger y administrar el santuario de Delfos, donde se encontraba el oráculo de Apolo.

    Anfictión estableció las leyes y los ritos que debían seguir los miembros de la liga. También organizó las fiestas píticas, unos juegos atléticos y musicales que se celebraban cada cuatro años en honor a Apolo. Anfictión tuvo dos hijos: Graco, que fue el antepasado de los griegos; y Antioquía, que se casó con Heracles.

    Protogenia, la madre de Etolo

    La hija menor de Pirra y Deucalión fue Protogenia, que significa "la primera nacida". Protogenia se casó con Etolo, el hijo de Endimión y Calice. Etolo fue el rey de Elis, una región del Peloponeso. Fue un gran cazador y guerrero, que libró a su país de una plaga de lobos. También participó en la cacería del jabalí de Calidón, junto con otros héroes como Teseo, Jasón y Atalanta.

    Protogenia y Etolo tuvieron un hijo llamado Pleurón, que fue el fundador de la ciudad del mismo nombre en Etolia. Pleurón se casó con Janto, la hija del dios-río Peneo, y tuvo varios hijos: Estérope, Estratónice, Laofonte, Agrio y Calidón. Estos fueron los reyes sucesivos de Etolia y los progenitores de muchos héroes.

    El significado y el simbolismo del mito de Pirra

    El mito de Pirra y Deucalión tiene un significado profundo y simbólico, que va más allá de la simple narración de un hecho histórico o legendario. Se trata de un mito cosmogónico, es decir, que explica el origen del mundo y de la humanidad. También es un mito escatológico, que muestra el fin de un ciclo y el comienzo de otro.

    El diluvio representa la ira de Zeus contra los humanos, que se habían alejado de los dioses y habían caído en la violencia y la corrupción. Es una forma de purificar la Tierra y eliminar el mal. El arca simboliza la salvación y la protección divina para los justos y los piadosos. Pirra y Deucalión son los elegidos para preservar la vida y restaurar el orden.

    La transformación de las piedras en humanos es una metáfora de la creación y la regeneración. Las piedras son elementos inertes y fríos, pero también sólidos y duraderos. Al lanzarlas por encima del hombro, Pirra y Deucalión renuncian a su pasado y confían en el destino. Al convertirse en humanos, las piedras adquieren vida y calor, pero también conservan la fortaleza y la resistencia de las rocas.

    El mito de Pirra y Deucalión también tiene una dimensión ética y moral, que enseña a los humanos a respetar a los dioses y a sus semejantes. Pirra y Deucalión son modelos de virtud y piedad, que se distinguen por su fidelidad, su devoción, su humildad y su generosidad. Sus hijos son los antepasados de los griegos, que heredan sus cualidades y sus defectos.

    Las fuentes literarias y artísticas del mito de Pirra

    El mito de Pirra y Deucalión ha sido narrado y representado por numerosos autores y artistas a lo largo de la historia. Algunas de las fuentes literarias más importantes son las siguientes:

    • La Teogonía de Hesíodo, un poema épico del siglo VIII a.C. que cuenta el origen de los dioses y del mundo. Aquí se menciona brevemente el nacimiento de Pirra como hija de Epimeteo y Pandora.
    • Los Catalogos de mujeres de Hesíodo, una obra perdida que se conserva en fragmentos. Aquí se relata la genealogía de los héroes griegos desde Pirra y Deucalión.
    • Las Obras y los días de Hesíodo, un poema didáctico del siglo VII a.C. que trata sobre la vida campesina y la moral. Aquí se describe el diluvio enviado por Zeus y la salvación de Pirra y Deucalión.
    • La Biblioteca mitológica de Apolodoro, una recopilación de mitos griegos del siglo I o II d.C. Aquí se narra con detalle la historia de Pirra y Deucalión, desde su nacimiento hasta su muerte.
    • Las Metamorfosis de Ovidio, una obra poética del siglo I d.C. que cuenta las transformaciones de los seres mitológicos. Aquí se incluye el episodio del diluvio y la creación de los nuevos humanos a partir de las piedras.

    Algunas de las representaciones artísticas más destacadas son las siguientes:

    • El fresco del diluvio en la Casa dei Vettii en Pompeya, una pintura mural del siglo I d.C. que muestra el momento en que Pirra y Deucalión salen del arca en el monte Parnaso.
    • El relieve del arca en el Arco de Constantino en Roma, un bajorrelieve del siglo IV d.C. que representa el arca de Pirra y Deucalión rodeada de animales.
    • El camafeo de Pirra y Deucalión, una joya tallada en ónice del siglo XVI que muestra a Pirra y Deucalión arrojando las piedras por encima del hombro.
    • El cuadro de Pirra y Deucalión de Giovanni Benedetto Castiglione, una pintura al óleo del siglo XVII que ilustra la escena en que Pirra y Deucalión consultan al oráculo de Temis.
    • La escultura de Pirra y Deucalión de Jean-Baptiste Pigalle, una obra de mármol del siglo XVIII que muestra a Pirra y Deucalión abrazados sobre el arca.

    Galería de Imágenes de Pirra

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    Preguntas Frecuentes sobre Pirra

    Pirra era una diosa menor de la mitología griega, hija de Epimeteo y Pandora, y esposa de Deucalión. Se destacó como la única superviviente del diluvio universal enviado por Zeus.

    El mito principal asociado con Pirra es su supervivencia junto a su esposo Deucalión durante el diluvio universal, así como su papel en la creación de una nueva humanidad después del cataclismo.

    Pirra y Deucalión recibieron instrucciones de Prometeo para construir un arca y salvarse del diluvio. Luego, lanzaron piedras sobre sus hombros, que se convirtieron en humanos, contribuyendo así a la repoblación de la Tierra.

    El mito de Pirra simboliza la regeneración y la renovación después de la destrucción. También enseña lecciones sobre la importancia de la virtud, la piedad y el respeto hacia los dioses y la naturaleza.

    El mito de Pirra ha sido representado en numerosas obras literarias y artísticas a lo largo de la historia, incluyendo frescos, relieves, joyas talladas y pinturas al óleo.