Dios Menecio en la mitología griega: Padre de Patroclo y amigo de Heracles

¿Quién era Menecio en la mitología griega?

Menecio es un nombre que se atribuye a varios personajes de la mitología griega, pero el más conocido es el padre de Patroclo, el amigo y compañero de armas de Aquiles. Menecio era hijo de Áctor y Egina, y por tanto hermanastro de Éaco, el rey de Egina y padre de Peleo. Esto hacía que Patroclo y Aquiles fueran primos-tíos, aunque su relación era más cercana que la de simples parientes.

Menecio vivía en Opunte, una ciudad de la región de Lócride, al norte del golfo de Corinto. Era un hombre valiente y aventurero, que participó en la expedición de los Argonautas, los héroes que navegaron hasta la Cólquide en busca del vellocino de oro. Menecio fue uno de los pocos argonautas que sobrevivió al viaje de vuelta, junto con Jasón, Orfeo, Peleo y otros.

Menecio se casó con Polimela, una hija del rey Peleo, con quien tuvo un hijo llamado Patroclo. Según otras versiones, la esposa de Menecio se llamaba Esténela o Periapis, y era hija de Perieres o de Feres. En cualquier caso, Patroclo era el único hijo de Menecio y su orgullo.

Menecio era amigo de Heracles, el héroe más famoso de la mitología griega. Se dice que Heracles le regaló a Patroclo una armadura cuando era niño, y que le enseñó a luchar y a conducir un carro. Menecio también le dio a Patroclo una lanza que había recibido de Áctor, su padre.

¿Por qué Menecio tuvo que huir con Patroclo a Ftía?

Cuando Patroclo tenía nueve años, ocurrió un hecho trágico que cambió su vida y la de su padre. Patroclo estaba jugando con otros niños en un banquete en Opunte, cuando se peleó con uno de ellos por una partida de dados. El niño se llamaba Clitónimo, y era hijo de Anfidamante, un noble locrio. Patroclo, enfurecido, golpeó a Clitónimo con una piedra en la cabeza y lo mató accidentalmente.

Este acto de violencia provocó la ira de los parientes de Clitónimo, que exigieron el castigo de Patroclo. Menecio tuvo que huir con su hijo para evitar que lo mataran o lo entregaran a la justicia. Buscaron refugio en la corte de Peleo, el rey de Ftía y tío de Patroclo. Peleo los acogió con benevolencia y les concedió el perdón por el homicidio involuntario.

Peleo también adoptó a Patroclo como su propio hijo, y lo crió junto con Aquiles, su hijo biológico. Aquiles tenía siete años cuando conoció a Patroclo, y pronto se hicieron inseparables. Los dos jóvenes compartían su pasión por las armas y los caballos, y se entrenaban juntos bajo la tutela del centauro Quirón.

Menecio permaneció en Ftía junto con su hijo, pero no tuvo un papel relevante en la corte. Se dedicó a cuidar sus rebaños y a honrar a los dioses. Su mayor deseo era ver a Patroclo convertido en un héroe digno de su linaje.

¿Qué papel tuvo Menecio en la guerra de Troya?

Cuando estalló la guerra de Troya, Menecio tuvo que despedirse de su hijo Patroclo, que partió junto con Aquiles y los mirmidones para combatir contra los troyanos. Menecio sabía que era una guerra peligrosa y larga, pero confiaba en el valor y la prudencia de su hijo.

Antes de partir, Menecio le dio a Patroclo algunos consejos que reflejaban su carácter moderado y sensato. Le dijo que fuera siempre el segundo después de Aquiles, sin aspirar a superarlo ni a igualarlo. Le recordó que Aquiles era superior a él por su origen divino, ya que era hijo de la diosa Tetis. Le recomendó que no se expusiera demasiado al peligro, sino que protegiera a Aquiles y lo ayudara en todo lo que pudiera.

Patroclo siguió los consejos de su padre durante la mayor parte de la guerra, y se mantuvo fiel a Aquiles en las buenas y en las malas. Sin embargo, hubo un momento en que Patroclo olvidó la prudencia y se dejó llevar por el ardor guerrero. Fue cuando Aquiles se retiró del combate por una disputa con Agamenón, el caudillo de los griegos, y los troyanos aprovecharon para atacar el campamento griego.

Patroclo no pudo soportar ver a sus compañEros en apuros, y le pidió a Aquiles que le prestara su armadura para infundir miedo a los troyanos. Aquiles accedió, pero le advirtió que no fuera más allá de las naves, y que volviera tan pronto como hubiera rechazado al enemigo. Patroclo no hizo caso, y se lanzó a la batalla con tal furia que llegó hasta las murallas de Troya. Allí se encontró con Héctor, el príncipe troyano, que lo mató de una lanzada y le quitó la armadura de Aquiles.

¿Cómo reaccionó Menecio ante la muerte de su hijo?

La muerte de Patroclo causó una gran conmoción entre los griegos, especialmente entre Aquiles, que sintió una profunda pena y un gran remordimiento por haberle prestado su armadura. Aquiles juró vengar a su amigo, y volvió al combate con una nueva armadura forjada por Hefesto, el dios del fuego.

Menecio se enteró de la muerte de su hijo por un mensajero que llegó a Ftía con la triste noticia. Menecio se desplomó en el suelo, y se arrancó el pelo y la barba. Lloró amargamente por su hijo, y se lamentó de haberlo dejado partir a la guerra. Dijo que prefería haber muerto él antes que Patroclo, y que no tenía consuelo ni esperanza.

Menecio recibió el cuerpo de su hijo, que había sido rescatado por Aquiles de las manos de los troyanos. Menecio lo veló con dolor, y lo preparó para el funeral. Le ofreció sacrificios a los dioses, y le quemó en una pira junto con los objetos que más quería. Luego recogió sus cenizas y las guardó en una urna de oro, que compartió con Aquiles.

Menecio no volvió a ver a Aquiles, que murió poco después a manos de Paris, el príncipe troyano que había raptado a Helena. Menecio se quedó solo en Ftía, sin descendencia ni gloria. Su nombre quedó eclipsado por el de su hijo Patroclo, que fue recordado como el amigo más fiel y leal de Aquiles.

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