Hermes, el dios griego de los viajeros, los comerciantes y los mensajeros
Hermes es uno de los dioses más conocidos y versátiles de la mitología griega. Su nombre significa "el que une" o "el que conecta", y se le considera el patrón de los viajeros, los comerciantes, los ladrones, los oradores, los escritores, los atletas y los mensajeros. También es el guía de las almas de los muertos al inframundo, y el mensajero de los dioses, especialmente de Zeus, su padre.
Como dios de los viajeros, Hermes protegía a los que se aventuraban por tierra o por mar, y les proporcionaba buena suerte, astucia y habilidad. Como dios de los comerciantes, Hermes favorecía el intercambio, la negociación y el comercio justo, y se le invocaba para bendecir los contratos y las transacciones. Como dios de los ladrones, Hermes era el maestro del engaño, el disfraz y el robo, y se le atribuían numerosas hazañas de pillaje y travesura. Como dios de los oradores, los escritores y los atletas, Hermes era el dios de la elocuencia, la literatura y la competición, y se le asociaba con la invención del alfabeto, la música, la astronomía, la matemática y la gimnasia.
Como dios de los mensajeros, Hermes era el encargado de transmitir los mensajes y los mandatos de los dioses a los mortales y a otros dioses. Para ello, utilizaba su característico sombrero alado, sus sandalias aladas y su vara de heraldo, llamada caduceo, que tenía dos serpientes entrelazadas y alas en la parte superior. El caduceo era un símbolo de paz, prosperidad y armonía, y se dice que Hermes lo usaba para inducir el sueño, la curación o la muerte. Como guía de las almas de los muertos, Hermes las conducía desde el mundo de los vivos al de los muertos, cruzando el río Estigia, donde el barquero Caronte les cobraba un óbolo por el viaje.
Hermes era hijo de Zeus, el rey de los dioses, y de Maia, una de las siete Pléyades, hijas del titán Atlas. Según la leyenda, Hermes nació en una cueva del monte Cilene, en Arcadia, y desde muy pequeño demostró su ingenio y su picardía. El mismo día de su nacimiento, Hermes se escapó de la cuna, robó el ganado de su hermano Apolo, el dios del sol, y lo escondió en una cueva. Luego, inventó la lira con el caparazón de una tortuga y las cuerdas de los intestinos de una de las vacas, y se la ofreció a Apolo como regalo de reconciliación. Apolo quedó tan impresionado con la lira y con la astucia de Hermes, que le perdonó el robo y le regaló el caduceo. Así, Hermes se convirtió en el mensajero de los dioses y en el amigo de Apolo.
Los atributos y los símbolos de Hermes
Hermes se representa habitualmente como un joven atlético, con el cabello rizado y una barba corta, vestido con una túnica corta o un manto que le deja las piernas al descubierto. Sus atributos más distintivos son el sombrero alado, las sandalias aladas y el caduceo, que lleva en la mano izquierda. En la mano derecha, suele llevar una bolsa de dinero, una tortuga, una lira o un gallo, que son otros de sus símbolos. El gallo era el animal sagrado de Hermes, porque anunciaba el amanecer y el inicio de un nuevo día, y se le consideraba un emblema de la vigilancia, la inteligencia y la elocuencia. La tortuga era el animal que le sirvió para crear la lira, y se le asociaba con la música, la invención y la sabiduría. La lira era el instrumento musical por excelencia de Hermes, y se le relacionaba con la poesía, la armonía y la persuasión.
Otros símbolos de Hermes son el carnero, el cangrejo, el número cuatro y la letra H. El carnero era el animal que montaba Hermes para viajar por el aire, y se le vinculaba con la fertilidad, la abundancia y el liderazgo. El cangrejo era el animal que le ayudó a ocultar el rastro de las vacas que robó a Apolo, y se le atribuía el significado de la astucia, la protección y la adaptación. El número cuatro era el número sagrado de Hermes, porque nació el cuarto día del mes, y porque se le rendía culto el cuarto día de cada mes. La letra H era la inicial de su nombre, y también la forma de su caduceo, que se consideraba una representación de la unión de los opuestos, como el cielo y la tierra, la vida y la muerte, el bien y el mal.
Los mitos y las aventuras de Hermes
Hermes es uno de los dioses más presentes y activos en la Mitología griega, y participa en numerosos mitos y aventuras, tanto como protagonista como como secundario. Algunos de los más famosos son los siguientes:
El robo del fuego
Cuando Prometeo, el titán benefactor de la humanidad, robó el fuego sagrado del Olimpo y se lo entregó a los mortales, Zeus se enfureció y decidió castigarlo. Para ello, ordenó a Hefesto, el dios herrero, que creara una mujer de arcilla, a la que llamó Pandora, y que le diera vida con el aliento de los dioses. Luego, le pidió a Hermes que le enseñara el arte del engaño y la seducción, y que le entregara una caja que contenía todos los males del mundo, con la advertencia de que nunca la abriera. Hermes llevó a Pandora al mundo de los hombres, y se la ofreció como esposa a Epimeteo, el hermano de Prometeo. Epimeteo, que ignoraba la advertencia de su hermano, aceptó a Pandora y abrió la caja, liberando así todos los males que afligieron a la humanidad desde entonces.
El rapto de Perséfone
Cuando Hades, el dios del inframundo, se enamoró de Perséfone, la hija de Deméter, la diosa de la agricultura, decidió raptarla y llevársela a su reino. Deméter, desesperada por la pérdida de su hija, dejó de cumplir sus funciones y provocó una gran hambruna en la tierra. Zeus, preocupado por el equilibrio del mundo, envió a Hermes al inframundo para negociar con Hades la liberación de Perséfone. Hermes consiguió que Hades aceptara devolver a Perséfone, con la condición de que no hubiera comido nada durante su estancia en el inframundo. Sin embargo, Perséfone había comido seis granos de granada, el fruto sagrado de Hades, y quedó atada a él para siempre. Hermes logró que se llegara a un acuerdo, según el cual Perséfone pasaría seis meses al año con Hades, y seis meses con su madre. Así se explicaba el ciclo de las estaciones, con la primavera y el verano como símbolos de la alegría de Deméter, y el otoño y el invierno como símbolos de su tristeza.
El juicio de Paris
Cuando Paris, el príncipe de Troya, fue elegido por Zeus para decidir quién era la diosa más bella entre Hera, Atenea y Afrodita, las tres diosas acudieron a él para ofrecerle sus respectivos regalos. Hera le ofreció el poder sobre Asia, Atenea le ofreció la sabid ía la sabiduría y la victoria en la guerra, y Afrodita le ofreció el amor de la mujer más bella del mundo, Helena, la esposa de Menelao, el rey de Esparta. Paris, tentado por la promesa de Afrodita, le entregó la manzana de oro que simbolizaba el premio, y provocó así el enfado de las otras dos diosas, y el inicio de la guerra de Troya. Hermes fue el encargado de llevar a Paris ante Afrodita, y de acompañarlos a Esparta, donde Paris sedujo y raptó a Helena, desencadenando la ira de Menelao y sus aliados griegos.
El nacimiento de Dioniso
Cuando Zeus se enamoró de Sémele, la hija del rey Cadmo de Tebas, y la dejó embarazada, Hera, celosa de su infidelidad, se disfrazó de anciana y convenció a Sémele de que le pidiera a Zeus que se le mostrara en toda su gloria, como prueba de su amor. Zeus, que había jurado cumplir cualquier deseo de Sémele, accedió a regañadientes, y se presentó ante ella con sus rayos y truenos, causando la muerte de Sémele y la destrucción de su palacio. Sin embargo, Zeus logró rescatar al hijo que llevaba en su vientre, y lo cosió en su muslo, hasta que llegó el momento de su nacimiento. Entonces, Zeus llamó a Hermes, y le encomendó que llevara al niño, llamado Dioniso, el dios del vino y la fiesta, a la isla de Naxos, donde lo criaron las ninfas.
El culto y la influencia de Hermes
Hermes era un dios muy venerado y popular en la antigua Grecia, y tenía muchos templos y santuarios dedicados a él, especialmente en Atenas, Olimpia, Delfos y Arcadia. Su fiesta principal era la de los Hermaia, que se celebraba en la primavera, y que consistía en competiciones atléticas, musicales y literarias. También se le rendía homenaje en los sacrificios, las ofrendas y las oraciones, y se le ofrecían animales como el gallo, el carnero o la tortuga, o productos como el aceite, el vino, el Pan o el queso.
Hermes era el dios patrono de muchas profesiones y actividades, como los comerciantes, los viajeros, los oradores, los escritores, los atletas, los mensajeros, los ladrones, los pastores, los adivinos y los magos. Por ello, se le consideraba el dios de la comunicación, la creatividad, la innovación y la adaptación. Su figura y sus atributos han inspirado a muchos artistas, escritores, filósofos y científicos a lo largo de la historia, y han dejado una profunda huella en la cultura occidental.
Algunos ejemplos de la influencia de Hermes son los siguientes:
- En la mitología romana, Hermes fue identificado con Mercurio, el dios del comercio y la elocuencia, y se le atribuyeron las mismas funciones y símbolos.
- En la astrología, Hermes está asociado con el planeta Mercurio, que rige los signos de Géminis y Virgo, y que representa la mente, la comunicación, el aprendizaje y la versatilidad.
- En la alquimia, Hermes es el fundador de la tradición hermética, que busca la transmutación de la materia y el conocimiento de los secretos del universo. El símbolo de la alquimia es el caduceo de Hermes, que representa la unión de los principios masculino y femenino, y la armonía de los elementos.
- En la psicología, Hermes es el arquetipo del trickster, el personaje que rompe las normas, desafía el orden establecido, y crea el cambio y la transformación. El trickster es también un mediador entre los mundos, un mensajero de lo divino, y un guía de las almas.
- En la literatura, Hermes ha sido el protagonista o el inspirador de muchas obras, como las Metamorfosis de Ovidio, el Asno de oro de Apuleyo, el Decamerón de Boccaccio, el Quijote de Cervantes, el Ulises de Joyce, o el Señor de los anillos de Tolkien.
Galería de Imágenes de Hermes
Preguntas Frecuentes sobre Hermes
Hermes era el dios griego de los viajeros, los comerciantes, los ladrones, los oradores, los escritores, los atletas y los mensajeros. Era conocido como el mensajero de los dioses, especialmente de Zeus, su padre.
Hermes se representa con un sombrero alado, sandalias aladas y un caduceo. Otros símbolos incluyen la lira, el gallo, la tortuga, el carnero y la letra H.
Hermes participó en numerosos mitos, incluyendo el robo del fuego, el rapto de Perséfone, el juicio de Paris y el nacimiento de Dioniso. Estas historias resaltan su astucia y versatilidad.
Hermes desempeñaba múltiples roles, como protector de viajeros y comerciantes, mensajero de los dioses, y guía de almas al inframundo. También era asociado con la elocuencia, la astucia y la invención.
Hermes era venerado en festivales como los Hermaia y tenía muchos templos dedicados a él. Su influencia se extendía a diversas profesiones y actividades, y su figura inspiró a artistas y pensadores.