Illitia: Diosa del Parto y la Maternidad en la Mitología Griega

Tabla de Contenidos

    Ilitia: Una Introducción a la Diosa del Parto

    En la mitología griega, Ilitia era la diosa de los nacimientos, los dolores del parto y las comadronas. Su nombre significa "la que viene" o "la que llega", aludiendo a su función de asistir a las mujeres en el momento crucial del alumbramiento. Ilitia era hija de Zeus y Hera, y hermana de Ares, Hebe y Hefesto. También se la conocía como Eileithyia, Eleutho o Eleusis, y se la identificaba con la diosa romana Lucina y la egipcia Isis.

    Ilitia era una de las diosas más antiguas y veneradas de la cultura griega, ya que su presencia era esencial para garantizar la supervivencia y el crecimiento de la población. Se la consideraba la protectora de las mujeres embarazadas, las parturientas y los recién nacidos, y se le rendía culto en numerosos santuarios y templos, especialmente en Creta, donde se creía que había nacido. Ilitia también tenía un papel importante en los ritos de iniciación de las jóvenes, que se celebraban en su honor para prepararlas para la maternidad.

    El Origen Divino de Ilitia

    Según el poeta Hesíodo, Ilitia era hija de Zeus y Hera, los reyes del Olimpo. Sin embargo, otras fuentes antiguas, como el licio Olén o el poeta Píndaro, la hacían más antigua que Crono, el padre de Zeus, y la relacionaban con el destino y las Moiras, las diosas que tejían el hilo de la vida. Algunos autores también la vinculaban con la diosa Rea, la madre de Zeus, o con la titánide Leto, la madre de Apolo y Artemisa.

    Ilitia tenía una estrecha relación con su hermana Hebe, la diosa de la juventud, y con su hermano Ares, el dios de la guerra. Se dice que Ilitia ayudó a Hebe a dar a luz a los hijos que tuvo con Heracles, y que acompañó a Ares en sus batallas, provocando el pánico entre los enemigos. Ilitia también era amiga de Artemisa, la diosa de la caza y la virginidad, que compartía con ella el dominio sobre los nacimientos. Según algunos mitos, Ilitia ayudó a Artemisa a nacer, y luego ambas asistieron a Leto en el parto de Apolo.

    Ilitia y los Dolores del Parto

    El papel de Ilitia en el parto era ambivalente, ya que podía facilitar o dificultar el nacimiento, según su voluntad o la de otros dioses. Se creía que Ilitia tenía el poder de abrir o cerrar el útero de la mujer, y que su presencia o ausencia determinaba el éxito o el fracaso del parto. Por eso, las mujeres griegas la invocaban con fervor y le ofrecían sacrificios y ofrendas para ganarse su favor.

    Uno de los mitos más famosos que ilustra la influencia de Ilitia en el parto es el de la diosa Leto, que quedó embarazada de Zeus y tuvo que huir de la ira de Hera, que le impidió dar a luz en ningún lugar de la tierra. Finalmente, Leto encontró refugio en la isla de Delos, donde dio a luz a sus gemelos, Apolo y Artemisa, con la ayuda de Ilitia. Sin embargo, Hera había retenido a Ilitia en el Olimpo, y solo la liberó cuando las demás diosas le ofrecieron un collar de oro. Por eso, el parto de Leto duró nueve días y nueve noches, hasta que Ilitia llegó y alivió sus dolores.

    Ilitia: Alivio de los Dolores del Parto

    A pesar de su carácter caprichoso y a veces cruel, Ilitia también era considerada una diosa benéfica y compasiva, que traía alivio y consuelo a las mujeres que sufrían los dolores del parto. Se la representaba como una joven hermosa y sonriente, vestida con una túnica blanca y coronada de flores. A menudo llevaba una antorcha encendida, símbolo de la vida que nace, o una hoz, símbolo de la separación del niño y la madre.

    Ilitia tenía varios atributos y epítetos que expresaban su función de aliviar los dolores del parto. Por ejemplo, se la llamaba Lusia, "la que libera", o Genetilis, "la que genera". También se la conocía como Ololugia, "la que hace gritar", o Pausilipon, "la que pone fin al dolor". Además, se la asociaba con plantas y animales que tenían propiedades curativas o simbólicas, como la amapola, el azafrán, la palmera, el perro o el ciervo.

    Ilitia y las Comadronas: Protectoras del Nacimiento

    Las comadronas en la Antigua Grecia

    En la Antigua Grecia, las comadronas eran mujeres que se dedicaban a asistir a las parturientas en el hogar, siguiendo el modelo de Ilitia. Estas mujeres tenían conocimientos prácticos y empíricos sobre el embarazo, el parto y el puerperio, y utilizaban diversos métodos y remedios para facilitar el nacimiento y prevenir o tratar las complicaciones. Algunas de estas técnicas eran el masaje, la presión, la posición, la respiración, el baño, las hierbas, los ungüentos, los amuletos y las oraciones.

    Las comadronas griegas no tenían una formación académica ni una regulación legal, sino que se basaban en la experiencia y la tradición. Algunas de ellas eran esclavas o libertas, y otras eran ciudadanas libres que ejercían la profesión por vocación o por necesidad. Las comadronas cobraban por sus servicios, pero también podían recibir regalos o favores de las familias a las que atendían. Las comadronas gozaban de cierto prestigio y respeto social, y a menudo eran consultadas por otras mujeres sobre cuestiones de salud, sexualidad y reproducción.

    Ilitia: La Patrona de las Comadronas

    Ilitia era la patrona de las comadronas, y se la consideraba la primera y la mejor de todas ellas. Se creía que Ilitia enseñaba a las comadronas el arte de asistir los partos, y que las inspiraba y las protegía en su labor. Las comadronas solían invocar a Ilitia antes, durante y después del parto, y le rendían culto en sus santuarios y templos. Algunas comadronas incluso afirmaban ser hijas o sacerdotisas de Ilitia, y se atribuían poderes sobrenaturales o milagrosos.

    Uno de los ejemplos más famosos de una comadrona vinculada a Ilitia es Agnodice, una mujer ateniense que vivió en el siglo IV a. C. Según la leyenda, Agnodice se disfrazó de hombre para estudiar medicina con el célebre médico Herófilo en Alejandría, y luego regresó a Atenas para ejercer como comadrona. Agnodice se ganó la confianza y el afecto de las mujeres atenienses, que preferían ser atendidas por ella que por los médicos varones, que las maltrataban o las ignoraban. Sin embargo, los médicos acusaron a Agnodice de seducir a sus pacientes, y la llevaron ante el tribunal. Allí, Agnodice se reveló como mujer, y fue condenada a muerte por violar la ley que prohibía a las mujeres practicar la medicina. Pero las mujeres atenienses se rebelaron y exigieron que se le perdonara la vida, y que se le permitiera seguir ejerciendo su profesión. Así, Agnodice se convirtió en la primera comadrona legalmente reconocida, y en una defensora de los derechos de las mujeres.

    Ilitia en la Mitología y la Cultura Griega

    Ilitia y los Dioses del Olimpo

    Ilitia era una de las diosas olímpicas, y participaba en las asambleas y los banquetes de los dioses. Sin embargo, no tenía un papel muy relevante en las intrigas y los conflictos que se producían entre ellos, y se mantenía al margen de las disputas y las guerras. Ilitia se llevaba bien con la mayoría de los dioses, especialmente con su padre Zeus, su hermana Hebe y su amiga Artemisa. También tenía una buena relación con Apolo, el dios de la luz y la música, y con Hermes, el dios de los viajeros y los mensajeros.

    La única diosa con la que Ilitia tenía una enemistad manifiesta era Hera, su madre y esposa de Zeus. Hera estaba celosa de las amantes e hijos de Zeus, y solía castigarlos o perseguirlos con su ira. Ilitia, como diosa de los nacimientos, a veces se veía obligada a intervenir en favor de las víctimas de Hera, o a sufrir las consecuencias de su venganza. Por ejemplo, Hera impidió que Ilitia ayudara a Alcmena, la madre de Heracles, y a Sémele, la madre de Dioniso, y también hizo que Ilitia demorara el parto de Leto, la madre de Apolo y Artemisa.

    Representaciones Artísticas de Ilitia

    Ilitia era una diosa muy representada en el arte griego, especialmente en la escultura, la cerámica y la pintura. Se la solía mostrar como una joven bella y radiante, con el cabello suelto o recogido en una diadema, y vestida con una túnica blanca o de colores claros. A veces llevaba una corona de flores, una antorcha, una hoz o un cesto con frutos. Ilitia también aparecía acompañada de otros dioses o de animales, como perros, ciervos, palomas o grullas.

    Uno de los ejemplos más antiguos y famosos de una representación artística de Ilitia es el llamado "Trono de Ilitia", una escultura de mármol que se encontró en el santuario de Ilitia en Olimpia, y que data del siglo VI a. C. El trono tiene una altura de unos dos metros, y está decorado con relieves que muestran escenas de la vida de Ilitia y de otras diosas. En el frente, se ve a Ilitia sentada en el trono, rodeada de dos mujeres que le ofrecen regalos. A los lados, se ven a Hera, Hebe, Ares, Apolo y Artemisa, y en la parte posterior, se ve a Rea dando a luz a Zeus, con la ayuda de las Moiras y las Cárites.

    Ilitia en la Literatura y la Poesía Griega

    Ilitia también era una diosa muy presente en la literatura y la poesía griega, tanto en los géneros épicos como líricos. Se la mencionaba con frecuencia en los himnos, las invocaciones, las bendiciones y las maldiciones, y se la alababa o se la imploraba por su poder sobre los nacimientos. Ilitia también aparecía en las narraciones mitológicas, las descripciones de rituales, las comparaciones y las metáforas, y se la asociaba con conceptos como la vida, la luz, la alegría y la belleza.

    Uno de los ejemplos más antiguos y famosos de una referencia literaria a Ilitia es el que aparece en la Ilíada, el poema épico de Homero que narra la guerra de Troya. En el canto XI, se describe el combate entre el héroe griego Diomedes y el príncipe troyano Paris, que es el causante de la guerra por haber raptado a Helena, la esposa de Menelao. En un momento dado, Paris dispara una flecha a Diomedes, pero esta no le hiere de gravedad, sino que solo le roza el pie. Entonces, el poeta dice: "Así como cuando una mujer está de parto, y le sobrevienen los dolores agudos que le envía la diosa Ilitia, hija de Zeus, la que tiene a su cargo los alumbramientos, así le dolía a Diomedes el pie herido". Con esta comparación, Homero resalta el contraste entre la valentía de Diomedes y la cobardía de Paris, y también el papel de Ilitia como diosa de los dolores del parto.

    Ilitia en la Actualidad: Su Legado y Relevancia

    Ilitia en la Cultura Popular Moderna

    Aunque Ilitia es una diosa antigua, su legado y su relevancia no se han perdido en la actualidad, sino que se han mantenido y se han adaptado a los tiempos modernos. Ilitia sigue siendo una fuente de inspiración y de referencia para la cultura popular, especialmente para el cine, la televisión, la música, los videojuegos y los cómics. Algunos ejemplos de obras modernas que han incorporado elementos o alusiones a Ilitia son:

    • La película Wonder Woman (2017), dirigida por Patty Jenkins y protagonizada por Gal Gadot, en la que se cuenta la historia de Diana, la princesa de las amazonas, que resulta ser hija de Zeus y de la reina Hipólita. En una escena, Diana le pregunta a su madre cómo nació, y esta le responde: "Zeus me dio vida a partir del barro, y me la entregó Ilitia". Con esta frase, se hace una referencia a la leyenda de la creación de la primera mujer, Pandora, por parte de Zeus y de Hefesto, y al papel de Ilitia como diosa de los nacimientos.
    • La serie de televisión Xena: La Princesa Guerrera (1995-2001), creada por John Schulian y Robert Tapert, y protagonizada por Lucy Lawless, en la que se narra las aventuras de Xena, una antigua guerrera que busca redimirse de su pasado violento. En el episodio "The Deliverer" (1997), Xena queda embarazada de forma milagrosa, y se revela que el padre de su hijo es el dios Ares. En el episodio "God Fearing Child" (2000), Xena da a luz a su hijo, llamado Ezequiel, con la ayuda de Ilitia, que se presenta como una joven amable y simpática. Sin embargo, Ilitia es en realidad una aliada de Hera, que quiere matar al niño, ya que una profecía dice que él será el causante de la muerte de los dioses olímpicos.
    • La canción "Eileithyia" (2019), compuesta e interpretada por la cantante griega Eleni Foureira, en la que se hace un homenaje a Ilitia como diosa de la vida y la luz. La letra de la canción dice: "Eileithyia, dame la fuerza para vivir, dame la luz para brillar, dame el amor para sentir, dame la vida para crear". Con estas palabras, la cantante expresa su admiración y su gratitud hacia Ilitia, y también su deseo de seguir su ejemplo.

    Ilitia: Inspiración para el Arte y la Literatura Moderna

    Además de la cultura popular, Ilitia también ha sido una inspiración para el arte y la literatura moderna, especialmente para aquellas obras que tratan temas relacionados con la maternidad, el parto, la feminidad y la sexualidad. Algunos ejemplos de obras modernas que han tomado a Ilitia como modelo o como referencia son:

    • La escultura "The Birth of Eos" (2008), creada por la artista británica Marc Quinn, en la que se representa el momento del nacimiento de su hija, llamada Eos, que es el nombre de la diosa griega de la aurora. La escultura es de bronce, y tiene un tamaño realista. Se ve a la niña saliendo del vientre de su madre, que está tumbada en una camilla, con la ayuda de una comadrona, que sostiene su cabeza. La escena es muy realista y detallada, y muestra la sangre, el cordón umbilical y la placenta. Con esta obra, el artista quiere celebrar la belleza y el milagro de la vida, y también rendir un tributo a Ilitia y a las comadronas.
    • El libro "The Red Tent" (1997), escrito por la autora estadounidense Anita Diamant, en el que se narra la historia de Dina, la hija de Jacob y Lea, según la tradición bíblica. El libro se centra en la vida de las mujeres de la familia de Jacob, que se reúnen en una tienda roja para compartir sus experiencias y sus secretos sobre el amor, el sexo, el embarazo y el parto. La tienda roja es el símbolo de la sangre, la fertilidad y la feminidad, y también el lugar donde se honra a Ilitia, la diosa de los nacimientos, que protege y guía a las mujeres en su camino hacia la maternidad.
    • El poema "Eileithyia" (2012), escrito por la poeta griega Katerina Anghelaki-Rooke, en el que se hace una reflexión sobre la muerte y la vida, a partir de la figura de Ilitia como diosa de los nacimientos. El poema dice: "Eileithyia, la que viene, / la que llega, / la que abre el útero / y lo cierra, / la que da la vida / y la quita, / la que es la vida / y la muerte, / la que es la luz / y la sombra, / la que es el alivio / y el dolor, / la que es la madre / y la hija, / la que es la diosa / y la mujer". Con estas palabras, la poeta expresa la dualidad y la complejidad de Ilitia, y también su propia visión sobre el sentido de la existencia.

    Galería de Imágenes de Illita

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    Preguntas Frecuentes sobre Illita

    Ilitia es la diosa griega del parto y la maternidad. Se la invocaba para asegurar partos seguros y proteger a las mujeres durante el proceso de dar a luz.

    Ilitia es una de las diosas menos conocidas del panteón griego, pero su importancia es fundamental para las mujeres. Se creía que su intervención era crucial para garantizar un parto exitoso y seguro.

    En las representaciones artísticas, Ilitia suele aparecer como una joven mujer sentada, con una mano apoyada en su rostro o sosteniendo una antorcha, simbolizando la luz que guía durante el proceso del parto.

    Se realizaban rituales y ofrendas en honor a Ilitia para solicitar su protección durante el parto. Las mujeres también podían llevar amuletos con su imagen para asegurar un parto seguro y sin complicaciones.

    Aunque no hay historias específicas sobre Ilitia, su presencia es fundamental en muchas leyendas y mitos relacionados con el nacimiento y la maternidad en la mitología griega. Su influencia es evidente en la importancia que se le daba al proceso del parto en la sociedad antigua.